Me acerqué a la habitación, lentamente, paso a paso... la tienen así
desde hace ya casi un año. Me daba miedo entrar, miré a todos lados. No
había nadie, la puerta estaba entreabierta y mi corazón latía
rápidamente. Llegué a la puerta y eché un último vistazo alrededor para
ver si nadie me veía y entré. De repente tenía seis años otra vez, y me
acercaba corriendo al tocador, me miraba en el espejo, abría los
cajones. Aún tienen el mismo olor, saqué tus labiales y tu rubor.
Después abrí una pequeña puerta... el compartimiento de tus perfumes.
Ahí sigue la cajita musical, ahí siguen las bailarinas e incluso ahí
siguen las camas y cobijas que les hicimos para que no les diera frío.
Cerré los ojos para verte otra vez, para oírte llamarme, para escucharte
pidiéndome que te acompañara a arreglarte, peinarte y maquillarte. Mi
rutina favorita.
No puedo evitar abrir los ojos y ver que ya no
está tu cama en tu cuarto, y en frente del espejo está lo que queda de
ti... sabía hace mucho que te habías rendido, sin embargo yo juraba que
volverías sólo para despedirte. Supongo que hace mucho lo hiciste...
Debo confesar, que siempre voy a tu cuarto y abro esa puertita, que me hace recordarte. Cierro los ojos...
cierro la puerta y salgo de la habitación antes de que cualquiera se de
cuenta, no sin antes ver las fotos que llenan el cuarto: contigo,
conmigo y con todos, cuando todo era fácil, cuando todo era mejor.
~te extraño~ 刺青のちゅう~~~~
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