Hace mucho tiempo estaban todos los sentimientos reunidos. Cuando el aburrimiento bostezó por sexta vez la locura exclamó:
-¡ya se! ¡¡Hay que jugar al escondite!!-
-¿qué es eso?- preguntó la ignorancia
-es un juego en el que todos se esconden mientras yo cuento hasta mil y luego los busco-
La alegría y la euforia bailaron cerca de la emoción que se les unió,
-que estúpido juego- gritó la envidia, aunque en el fondo le molestaba que la idea no fuera suya.
Después de que la alegría, la euforia y la emoción convencieron a la duda que no se decidía por jugar o no, la locura comenzó…
-1, 2,3...-
La pereza cayó a la primera piedra, la duda no sabia si esconderse de lado derecho o del lado izquierdo de una barda, la belleza se escondió en el reflejo de un lago, la fuerza en una roca, la furia en un trueno, la tristeza en la lluvia, la esperanza en el arco iris, la fe subió al cielo junto a Dios, el egoísmo encontró un lugar perfecto y cómodo, pero para él y para nadie más, la voluptuosidad en el vuelo de una mariposa, la perseverancia escaló un árbol y se escondió en la rama más alta, mientras que la mediocridad se quedó en la sombra de ese mismo árbol, el odio en la oscuridad de una cueva, el deseo y la pasión compartieron un llama de fuego, la libertad en una ráfaga de viento, la fantasía en el brillo de las estrellas, la lealtad en una promesa, la valentía en la cima de la montaña más alta y el miedo se quedó abajo cerca de la mediocridad, la ternura en el beso de dos enamorados, el rencor en un hoyo que parecía sin fin ,el dolor en una lágrima, y la desesperación en un grito de auxilio.
La locura decía:
-899...900...- y el amor no tenia escondite, todos los buenos estaban ocupados, y por fin en un jardín encontró un rosal con rosas rojas.
-..999... ¡1000!- gritó la locura y empezó en busca de los sentimientos.
Al primero que encontró fue a la pereza a la entrada del camino, luego a la duda que estaba sentada en la barda aun pensando de que lado ponerse, a la bondad que había cedido todos los escondites encontrados a otros sentimientos, a la mediocridad y al miedo por que no le fue difícil deducir donde estaba la perseverancia y la valentía, se escuchó a la fe discutiendo con Dios, a la lealtad, y encontró a la mentira escondida detrás. Y así fue encontrando a todos los sentimientos excepto a uno: el amor. Ya había buscado debajo de cada piedra cuando localizó el rosal, y sacudió sus ramas, un gritó agudo se escuchó: las espinas habían herido los ojos del amor, la locura lloró, rogó y suplico por perdón, y juro ser el lazarillo del amor por toda la eternidad
Desde entonces...EL AMOR ES CIEGO Y
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